Su suave y discreto sabor convierte al arroz blanco en cereal preferido de muchas personas y en guarnición idónea para casi cualquier plato.
La facilidad con la que se puede hacer arroz y los pocos ingredientes que se requieren hacen de esta comida una de las más universales y la receta de cómo hacer arroz blanco una de las más buscadas.
También es muy socorrido en la dieta de millones de personas en todo el mundo por ser un alimento saciante, con propiedades antioxidantes y sin gluten.
Sin embargo, la gran variedad de tipos de arroz que existen y el cuidado que hay que poner en no equivocar las medidas de los ingredientes hacen que deba prestarse mucha atención al hacer arroz, para conseguir que quede con el punto de sal deseado, el grado de cocción preferido y la distribución de agua idónea.
Hay quienes prefieren el arroz blanco suelto, seco o desgranado -según la zona donde se elabore- y quienes lo eligen más caldoso, o asopado -como se le llama en algunas zonas de América Latina.
Aunque para la mayor parte de las personas que cocinan arroz, -quienes lo preparan en casa como parte de su dieta diaria, no los chefs o expertos-, la única distinción que conocen muchos es entre arroz de grano largo, medio, redondo o corto, existen en el mundo más de 10 mil variedades de arroz.
Otros cocineros un poco más entendidos pueden llegar a preferir dentro de los de grano largo el arroz Basmati, por su singular aroma y sabor.
Algunos eligen los conocidos como arroces salvajes -usualmente para ensaladas-, aunque en sentido estricto pertenecen a otra familia -gramíneas- y también están quienes eligen el arroz integral, en tanto más saludable, porque conserva su grano entero y aporta gran cantidad de vitaminas y minerales.
Hacer arroz blanco, a priori uno de los platos más sencillos de la cocina, requiere no solo elegir bien el tipo de grano deseado para el gusto y la receta particular, sino atender a unos sencillos e inviolables pasos, además de unas muy precisas cantidades por ingredientes.
Para hacer arroz blanco se requerirá: arroz, agua, sal y aceite.
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¿Lavar o no el arroz antes de cocinarlo?
Primero depende de dónde se compre el arroz y en qué condiciones, si se adquiere a granel y se le ve sucio sin dudas la respuesta es siempre sí.
Existen, además, otras razones que esgrimen quienes eligen siempre lavar un poco el arroz antes de cocinarlo. En primer lugar, consideran que esta es una forma de incidir en que el arroz quede más suelto en tanto pierde un poco de almidón. En segundo lugar, argumentan que lavándolo se reduce su contenido de arsénico natural.
No obstante, en esto no hay consenso y muchas personas son declarados detractores de lavar el arroz y no lo hacen nunca.
¿Arroz blanco con o sin aceite?
Para gustos colores, y los propios requerimientos nutricionales de cada quien y el régimen que se lleve pueden conducir a, por ejemplo, desechar el uso del aceite en el arroz.
Otro elemento fundamental es cuándo usar el aceite. Hay tres opciones en este caso: hay quien prefiere rehogar el arroz en aceite con un poco de sal en la misma cazuela donde se le cocerá, quien prefiere verter un chorro justo al ponerse al fuego junto con la sal y el agua y quien, en cambio, elige echarlo al final cuando está cocido.
En mi caso, que prefiero siempre el arroz blanco seco, me decanto por esta última variante que nunca me falla: luego habrá que agenciárselas para que el arroz no se escape el tenedor pero es, sin dudas, el mejor truco para conseguir un buen arroz blanco desgranado.
Cómo hacer arroz blanco suelto paso a paso
Hacer arroz blanco en cazuela:
Es una de las formas más tradicionales y antiguas de cocinar el arroz blanco.
- Se lava el arroz.
- En una cazuela se echan dos porciones de agua por cada una de arroz (dependiendo del tipo de arroz a veces dos y media, pero es algo que se deberá reajustar sobre la marcha y reproducir luego manteniendo misma marca elegida) y se pone sal al gusto.
- Una vez rompa a hervir el agua, se echa el arroz y se remueve para asegurarnos de que está todo bien integrado.
- Se baja el fuego y se cocina hasta que se ve que comienzan a abrirse hoyos entre los granos consecuencia de que el agua se ha ido evaporando.
- Si se quiere caldoso o asopado el arroz deberá taparse. Si, por el contrario, se le quiere suelto, hay que cocinar sin tapa.
- Cuando el arroz está seco y el grano completamente cocinado, se baja del fuego y se deja reposar unos pocos minutos.
- Se agrega el aceite -para quienes prefieren añadirlo en este paso- y se remueve una vez más.
- Servir como se desee y degustar.
Una variante de esta forma de hacer arroz blanco es elevar la proporción de agua por arroz no a dos por una sino a cinco por una.
Los pasos son similares a los previos solo que en este caso el agua no se dejará consumir completamente -porque se conseguiría casi una papilla en lugar de arroz suelto- sino que cuando el grano esté bien cocinado -unos 15-20 minutos de cocción a fuego lento-, se usará un colador para deshacernos del agua sobrante.
Hacer arroz blanco en olla arrocera:
Elegir hacer arroz blanco en olla arrocera tiene la gran ventaja de permitirnos olvidarnos -una vez que se han colocado todos los ingredientes en las porciones correctas- de estar pendientes de la intensidad del fuego y tiempo de cocción, además de que puede utilizarse para calentarlo sin necesidad de usar el microondas, la sartén u otro recipiente para darle la temperatura adecuada después de que se enfríe o quede del día anterior.
- Una vez lavado el arroz, se vierte la cantidad elegida en la olla.
- Se añade el agua a razón de dos porciones por una de arroz.
- Se añade sal al gusto y se pone a cocinar.
- Hay quien prefiere echar un chorro de aceite en este paso y quien lo hace una vez que se haya cocinado.
- Cuando salte el botón o mecanismo que indique que se ha cocinado el arroz, se revuelve con una paleta y se le añade el aceite.
- Se tapa y se deja unos minutos más. Se puede servir enseguida o apagarlo para cuando se vaya a usar.
Un truco que usan muchos cocineros para hacer arroz con un exquisito toque de sabor extra es introducir un ajo entero en la olla donde se le cocine, que se extraerá cuando el arroz esté perfectamente cocinado.
El arroz blanco se puede utilizar para acompañar casi cualquier plato, es ideal para hacer ensaladas o para preparar recetas como arroz con setas, arroz amarillo, arroz con bechamel, o como ingrediente básico de postres caseros como el arroz con leche. Es idónea guarnición o acompañamiento perfecto para tus recetas.
